
Como un principio de nuestro camino dirigido hacia la autosuficiencia recolectamos plantas, tubérculos y raíces silvestres comestibles. Tenemos a nuestra disposición un gran supermercado gratuito, más saludable y menos intervencionista. Como recolectores no modificamos el entorno adaptándonos al medio.
Plantas y frutos silvestres crecen de forma natural y espontánea y aportan a nuestro organismo elementos nutritivos de alto valor biológico, vitaminas, sales minerales y otras muchas sustancias activas de propiedades preventivas y curativas, que en su inmensa mayoría, están todavía por descubrir.
Las plantas silvestres tienen más vitalidad y mejor calidad biológica además de poseer mejor capacidad de adaptación al medio, que las de cultivo. Esta cualidad de la que gozan los vegetales consiste en que se adaptan a las condiciones especiales y ambientales del hábitat donde crecen. Ofreciendo los nutrientes y los elementos protectores más adecuados para los lugareños de la zona, siempre que crezcan sin sufrir grandes daños a causa de los fertilizantes químicos y fumigaciones tóxicas, como pesticidas.
…nos sorprendería la cantidad de comida que está a nuestra disposición en este inmenso supermercado silvestre comestible.
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